Estaba tan cansado que simplemente me senté a estirar las piernas, tome un poco de agua, levanté la mirada y una hermosa selva de la cual salían sonidos de aves y monos estaba frente a mi, como llamándome para que me adentrara en ella. Me encontraba en la increíble zona arqueológica de Palenque, Chiapas, para mi la más impresionante y hermosa de toda la cultura maya.

Visitar Palenque fue una de las más grandes aventuras que viví de mochilero. Luego de explorar  un poco la selva, terminé sudoroso, sediento y cansado, pero con una sensación de victoria, alegría y satisfacción imposibles de describir.

24 Horas antes de esta aventura estaba yo en una oficina de Cancún, haciendo “divertidos” reportes bancarios en Excel. Era viernes y quería hacer algo diferente ese fin de semana. Cerca de ahí había una taquilla de boletos de autobús, había escuchado hablar de Palenque, mi papá (un viajero de corazón) ya lo había visitado y nos había mostrado fotos increíbles. Así que pregunté cuánto tiempo se hacía de viaje de Cancún a Palenque y decidí que era el tiempo justo para ir y volver sin problemas en fin de semana.

Fue una decisión rápida, estaba seguro que si lo pensaba mucho nunca lo iba a hacer, así que saque mi cartera y compre un boleto para Palenque, Chiapas.

Llegue a casa, tome mi mochila, empaque unas cosas y esa misma noche ya estaba en camino a mi aventura.

Ese fue el primero de muchos viajes que pude hacer por el sureste mexicano. Cada quien puede tener diferentes experiencias, vivir y viajar a su manera, pero esto es lo que yo he aprendido de viajar como mochilero por MÉXICO y me gustaría compartir contigo:

Si lo que necesitas es viajar, salir de la rutina por uno o dos días, no hay que andarse por las ramas. Pensar mucho te lleva a tener que tomar muchas decisiones y por ahí pueden quedar diluidas tus ganas de viajar, ya que nunca falta el pretexto que puede truncar ese deseo.

Si algo aprendí es que puedes visitar más lugares si en lugar de pasar la noche en el hotel, tomas ese autobús o vuelo que sale a las 11pm., para que al despertar te encuentres en un destino nuevo. De vez en cuando si, haz una pausa y disfruta de la vista de la ciudad o el pueblo desde tu hotel mientras te tomas una cerveza (o un café para los más bohemios).

Ve a los mercados populares, pregunta a la gente local donde ellos van en familia a echarse un taco, divertirse, dar un paseo, comprar más barato, playas escondidas, cabañas, etc.. Te aseguro que hay un montón de secretos y rincones buenos, bonitos y baratos a los que que sólo preguntando se puede llegar.

A muchos los detiene el miedo a e viajar solos, La primera vez que lo hice, si tuve el temor de que si algo pasa o me pasa, pues ¿quién me ayuda?. Obviamente hay que cuidarse, tomar precauciones, si es posible, avisarle a un familiar sobre los lugares que uno planea visitar, por correo o whatsapp . Pero viajar solo es un viaje que termina en nuestro interior; uno encuentra momentos de soledad y reflexión interesantes que viajando con alguien sería imposible de vivir. ¡Vale la pena!.

Somos viajeros por naturaleza, pero no siempre podemos escapar. Lo que es recomendable es que tengas un fondo de viajes para cuando lo necesites. Una opción es acercarte a agencias de viajes como SeeMéxico.com para que literal, hagas un cochinito viajero y ahorres para el hotel o incluso para algún tour.

No necesitas tener un destino en mente, así como pagas el Netflix o el internet, puedes abonar una cantidad mensual con SeeMéxico para que cuando lo necesites ellos te puedan ayudar a encontrar ese hotel de último minuto para tu escapada.

No estoy en contra de los hoteles lujosos, o las escapadas planeadas, pero vale la pena a veces tomar la mochila y salir a la terminal de autobuses o aeropuerto más cercanos y elegir, como cuando ves el menú del restaurante, un nuevo destino para explorar.

Fotos cortesía de: Depositphotos.com